Dentro de los talleres de cocina que suelo realizar a diario en Granollers, Mataró y Cardedeu, ahora que se acerca la Pascua, los que más éxito están teniendo son los de elaborar tu propia Mona y los dulces típicos con crema, como los Chuchos de crema.
Espero que tomaras buena nota de cómo preparar unos fantásticos Buñuelos de Cuaresma que publiqué hace unos días porque ahora le toca el turno a otro que seguro que transporta a la niñez.
¿QUÉ ES EL CHUCHO?
El chucho es una masa fina con forma cilíndrica rellena de crema, frita y rebozada en azúcar. En Cataluña y en Valencia se le conoce como Xuixo ó Xuxo y en castellano Chucho o Suso.
El Chucho nació en Gerona (1920) en la pastelería que Emili Puig tenía en la calle de la Corte Real, cuando un repostero francés le enseñó la elaboración de un pastel, chou à la crème (choux en plural) y que el pastelero adaptó. Se le ha dado varias formas, pero la más conocida es la cilíndrica.
Cuando era pequeña los Chuchos de crema sólo se podían comprar elaborados de manera artesanal en las pastelerías más tradicionales. Hoy en día se pueden encontrar en panaderías y franquicias que nada tienen que ver en cuanto a sabor y textura, con los que podrás preparar a partir de hoy en casa.
LA LEYENDA DE LOS CHUCHOS
Cuenta una leyenda en Gerona que en la Rambla y la calle de Platería se encuentra un personaje muy simpático llamado Tarlà, a quien dicen que se le debe el nombre del Chucho.
Tarlà era una acróbata que entretuvo a los gerundenses en una época de cuarentena durante una epidemia. Fue allí donde cayó prendado de la hija de un pastelero. Durante una visita a su enamorada, cuando el padre de ella llegó, se escondió dentro un saco de harina hasta que estornudó haciendo «xui-xui». Para no enfurecer al pastelero, le prometió casarse con su hija y darle la receta de un dulce: el Chucho, denominado así en recuerdo del estornudo delator.
Ahora puede verse el muñeco del Tarlà cada año por las fiestas de primavera o por feria, cuando se cuelga en el mismo lugar dónde años atrás entretuvo con sus acrobacias a los gerundenses.
Pero vamos a los que nos interesa que es la receta de para preparar unos apetitosos Chuchos rellenos de crema que harán las delicias de tus comensales a la hora de la merienda o del desayuno, si se tercia.
INGREDIENTES
- 1.200 g. de harina
- 50 g. de levadura fresca
- 2 huevos
- 7 g. de sal
- 100 g. de mantequilla
- 50 g. de azúcar
- 750 g. de leche
INGREDIENTES PARA LA CREMA PASTELERA
- 500 ml. de leche
- 80 g. de azúcar
- 6 yemas
- 1 vaina de vainilla
- 40 g. de Maicena
ELABORACIÓN CREMA:
En un cazo vierte la leche con la vainilla y calienta a temperatura media. Mientras tanto, introduce en un cuenco amplio el azúcar, las yemas y la maicena mezclando bien para que los ingredientes se fusionen. Cuando hierva la leche, retira el cazo y vierte la leche en el cuenco con la mezcla. Remueve bien y vuelve a poner la preparación en el cazo a temperatura baja. Bate con unas varillas hasta que espese.
Vierte la crema en una bandeja de plástico o un tupper amplio y ciérralo con film transparente para que no haga costra.
ELABORACIÓN DEL CHUCHO:
Coloca la harina en forma de volcán e incorpora la sal a un lado, el azúcar. Desmenuza la levadura fresca y mezcla. Añade los huevos, incorpora la leche en dos fases. Trabaja la masa hasta que quede bien homogénea, una masa fina y elástica. Cuando la veas que no se te queda enganchada en los dedos, te dará la señal de que está lista. Envuelve en film y deja reposar durante 15 minutos para que doble su volumen.
Incorpora la mantequilla. A la bola de masa, dale un poco forma de cruz . Incorpora la mantequilla y trabaja un poco hasta que consigas que se fusione con la masa. En ese momento estará lista para estirar con el rodillo, en forma de rectángulo y dale tres pliegues (como se hace con los croissants).
Vuelve a estirar para que quede fina (entre 8-10 mm.). Corta la masa en forma de triángulo como si hicieras croissants. En cada triángulo y con ayuda de una manga pastelera rellena con crema pastelera, enrolla y coloca en una bandeja hasta que doblen su volumen (fermentación).
Prepara una sartén con aceite de girasol y fríelos con aceite bien caliente. A continuación sólo te quedará rebozarlos con azúcar a tu gusto.
Esta receta queda una delicia, muy esponjosos y sabrosos. Buen provecho.
Buenísimo. ¿Por qué todo lo que está buenísimo engorda? ¡Qué rabia!
Porque como decía Michelle, nos pone a prueba nuestra voluntad. Si luego nos vamos a andar un rato con marcha ligera, no engordaría tanto. Además uno, sólo uno, no engorda.
Bss,
Silvia
Me muerooo!! que rico!!!
Yo también los recuerdo como parte de mi niñez, pero nosotros lo llamábamos «chus de crema» y en una pastelería que hay en San Pedro y San Pablo (una zona residencial a las afueras de Tarragona), allí los llaman «guapos», pero supongo que como en todos lados, cada uno tendrá un nombre diferente.
A parte de los chus de crema, me encantaban unas bolas de chocolate negro duro que iban rellenas de un bizcocho con algo de licor que ahora no recuerdo su nombre y por supuesto, mis palos de nata ….. y miel caramelizada por encima.
Más goloso si cabe!