Estuvimos en Ajoblanco hace un mes y medio, cuando nos reunimos algunos de los colaboradores e hicimos una pequeña ruta eno-gastronómica.
En esta ocasión, Alicia fue la impulsora de que conociéramos la nueva cocina de este local que hasta la fecha ha pasado por diferentes manos sin lograr que tenga éxito ni duración para consolidarse.
El local
Si no sabes qué es, desde lejos se ve una estructura parece la entrada de la boca de un metro, recubierta en su parte exterior con chapa metálica y con forma de medio tubo, donde el cristal hace acto de presencia. A pesar de llevar un un par de meses abierto, sigue conservando el nombre del anterior local (Oblongo).
Sus dueños son una conocida familia dedicada a la restauración que tuvieron una bocatería en el centro y que ahora a parte de Ajoblanco, tienen en local en el barrio Valparadís de Terrassa donde sirven tapas y raciones a buen precio.
La decoración interior del local es sutil con una gran cristalera a ambos lados que le aporta mucha luz natural. Nos comentó el dueño que aún faltan algunos retoques pero que esperan poder ver cómo se desenvuelve Ajoblanco para seguir con las ideas que tienen que, por supuesto, darán un valor añadido.
La carta de Ajoblanco
Ajoblanco te presenta una carta correcta sin demasiadas opciones, corta pero bien representada.
Encontrarás con una decena de raciones para empezar en el apartado de Picoteo entre las que elegimos un par de ellas para probar.
Tapas del mar como Pulpo a la brasa, Ceviche, Chocos con mayonesa de cítricos y un Tataki de atún que también probamos.
Tapas de la tierra donde elegir entre un Mollete con lágrima ibérica, Solomillo de foie y manzana, Steak Tartar y unas Brochetas de pollo que también cayeron; Cocas o podría decir que son como Tostas que empiezan con una clásica como la de Escalivada con anchoas del Cantábrico o la de Lacón gallego “a feira”, … y luego los Postres, todos caseros. Los precios razonables.
Su menú de mediodía (12,50 euros IVA incluido) está compuesto por tres entrantes y tres platos principales, además de pan, tres postres y una bebida, a elegir.
Ensaladas, cocas, arroz, carne y pescado con servicio de pan recién hecho y una bebida para hacer de esta propuesta un reclamo para todos los gustos.
PROBAMOS
Como se trataban de raciones para compartir, nos decidimos por Terra Mundi, un monovarietal de Albariño con DO Rias Baixas que al estar fresquito y mantenerse en buena temperatura, casó muy bien con lo que fuimos escogiendo.
Las bravas de Cal Toni: Contrariamente a lo que conocemos, las patatas son presentadas cortadas por la mitad y asadas en el horno, salpimentadas y acompañadas de salsa brava.
Remojón andaluz de bacalao: Plato típico de Andalucía que utiliza la naranja en pequeño gajos, con sal negra y brotes.
Pulpo a la brasa con puré rojo de patata: El puré de patata con pimentón le quitaba protagonismo al pulpo.
Tataki de atún con ajoblanco
Brocheta de pollo con romesco
Arroz de butifarra y calçot: Muy sabroso y el arroz en su punto.
Miel y Mató con nueces: Desde que probé la de La Formatgeria de Llívia, ninguna ha sabido estar a la altura, pero estaba rica.
Pannacotta de fresas: Parecía más una mousse que una pannacotta.
Pan con mousse de chocolate, aceite y sal: Estaba rico, aunque personalmente la mezcla nunca me ha llamado la atención. La sal acentúa el sabor del chocolate.
Su versión de un Capuccino para terminar la comida.
Calidad, sabor y buen trato definen la esencia de este gastrobar que se establece como la alternativa ideal para disfrutar entre amigos a cualquier hora del día.
+ INFO AJOBLANCO
Nombre: Ajoblanco Taberna Gastronómica
Dirección: Plaça Ricard Camí, s/n – Terrassa (Barcelona)
Reservas: 695 546 101
Tipo de cocina: Tapas, pintxos y vinos a copas
Precio menú del día: 12,50 euros (IVA, pan y bebida incluida)