Si te gusta la cocina tradicional japonesa, no debes perderte Kurai, el restaurante que hace un mes abrió sus puertas dentro del Hotel Catalonia Plaza en Barcelona, fruto de un acuerdo de colaboración entre la cadena hotelera y el Restaurante Parco, uno de los locales de cocina nipona más prestigiosos de la ciudad condal.
EL LOCAL (KURAI くらい )
Si llegas en coche, el hotel dispone de parking. El punto de referencia para llegar a Kurai es la recepción del hotel. Si te sitúas delante de la puerta giratoria, tienes que subir las escaleras hacia la izquierda, aunque también tiene entrada por la calle Tarragona.
La decoración del local es austera, suelos de madera, colores negros y mesas bien separadas. Sin mantelería, salvamanteles acordes con la línea del local, vajilla de diferentes colores, cómoda. Jarrita de soja y cuencos para verter a tu antojo.
Una barra que va de punta a punta a lo largo de todo el comedor, donde cocinan y preparan todos los platos a la vista. Varios sushi man atentos a los platos que van demandando.
LA CARTA
Kurai se presenta con una carta de cocina tradicional japonesa con toques mediterráneos y algunas de sus sugerencias son sin gluten, aptas para celíacos. Su oferta se complementa con una fantástica brasa con la que sucumbir.
La carta te propone comenzar con Edamames, Vieira a la plancha con foie y salsa teriyaki, Sopa de miso y varias ensaladas como la de Tataki de bonito, mizuna, canónigos espinacas y vinagreta de ponzu, ….; seguir con unos Tatakis y Tartares como el de atún con aguacate cremoso, por ejemplo; brasa japonesa como la Brocheta de pollo a la brasa con salsa yakitori, Vaca vieja al estilo Kurai, …; Wok y Teppanyaki, Tempuras; Variados de Sushi; Maki rolls, Nigiri Sushi y Sashimi.
Su bodega está referenciada con DO nacionales (Bierzo, Priorat, Rías Baixas, Empordà, Penedès, Binissalem-Mallorca, … Así como sakes y cervezas japonesas (Saporo y Kirin). Se echa de menos las añadas de los vinos y puedes algunos puedes tomarlos a copas.
PROBAMOS
Edamame salteados con aroma de trufa negra (5,90 euros). Riquísimos y muy viciosos. Se comen como las pipas, sabor de trufa negra. La vaina se deja.
Y los Berberechos al sake y cítricos (10,50 euros) que estaban de llorar. Les acompaña un cuenco de arroz cocido, optamos por ¡comernos los berberechos y verter el líquido en el cuenco para comernos la mezcla. Fantástico sabor, producto fresco y un imprescindible junto con los Edamame para disfrutar de lo lindo.
Nuestro servicio lo atendió Pedro muy bien, nos dejamos aconsejar tanto en el vino como en la comida. Todo un acierto. Nos dio todo tipo de explicaciones y la verdad es que todo resultó más cómodo. Amy fue la encargada de servirnos algunos de los platos. Servicio profesional y muy amable.
Así es como nos decantamos por Drac Màgic 2014 un vino blanco que nos sorprendió por su aroma y sabor que maridó hasta el final muy bien todo lo que fuimos probando.
Drac Màgic 2014 (16,50 euros), un vino blanco sin crianza con Sauvignon blanco, Macabeo y Viognier con DO Catalunya y elaborado por la bodega Tomàs Cusiné.
Seguimos con Pulpo gallego a la brasa con mochis de patata (13,90 euros). En el centro de la pizarra, alga crujiente con sésamo tostado. Personalmente, me gustó, me sorprendieron los mochis que hasta el momento, los había probado como postre y dulces, pero no sabía que podían ser también salados o que fueran de patata.
Seguimos con un Surtido de Sushi (23,50 euros): 2 Nigiris de langostino, 2 Nigiri de pez mantequilla, 2 Nigiris de salmón, 2 Nigiris de Atún, 4 California Rolls con aguacate y caviar de gamba y 2 Maki Sushi de atún acompañados de jengibre fresco y wasabi.
Muy rico, producto y más producto. Da gusto comer cuando está todo tan bien presentado y con la calidad que a lo largo de toda la comida saboreamos.
Su carta de postres es corta, tan solo cuatro opciones a elegir. Probamos: Tiramisú de té verde con helado de té verde (valga la redundancia). Lo encontramos muy pesado, compacto y demasiado té verde. No estaba mal pero no para acabar una comida copiosa.
Y Bizcocho infusionado en leche con helado de haba tonka. Tampoco acertamos, así que Pedro nos ofreció otro postre que fue el que teníamos que haber elegido desde el principio: Frutas marinadas (piña colada, mango, sorbete de apio) envasadas al vacío. Si quieres refrescar la boca y sobre todo el estómago, disfrutarás mucho con él.
EN LA TERRAZA THE CLOCK
Nos ofrecieron tomar el café en la terraza The Clock y cualquiera decía que no. Situada en la octava planta del Catalonia Barcelona Plaza, disfrutamos de una tarde fantástica con un sol ideal y de unas vistas panorámicas a la Plaza España y la Montaña Mágica de Montjuïc.
El nombre de la terraza hace referencia al emblemático reloj que preside la fachada principal del hotel. cuenta con más de 700 m² distribuidos en dos niveles, piscina, mobiliario de diseño, tumbonas balinesas y zona chill out.
Kurai Restaurante (calle Tarragona, 99 – Barcelona – Teléfono: 93 423 83 72 – Página web: Hotel Catalonia Plaza)
