La entrada de la reseña del Palau del Baró Restaurante la tenía pendiente de hace unos cuantos meses, exactamente desde Febrero. Es uno de esos artículos que requiere más tiempo para poder redactar y no dejarme nada.
Debido al tiempo transcurrido, el 12 de Marzo, le envié un email al cocinero Marco Borromeo para que me recordara el nombre de los platos. La respuesta llegó un poco tarde (24 de Abril), pero lo hizo.
La comida formaba parte de uno de los obsequios que facilitó para el sorteo del mes de Diciembre, cuando el trabajo del blog se expuso en la Feria de Navidad.
Me costó mucho que la gente recogiera sus premios y tuve que hacerlo personalmente, quedando con cada uno en un punto de Tarragona e incluso, yendo a su casa.
Después de repartirlos, quedaba sólo éste restaurante que al que le tocó, lo rechazó y busqué unas botellas de vino de mi pequeña bodega a cambio de recompensar a mi familia por todas mis ausencias y trabajo no remunerado durante tantísimos años de este blog que no me da ningún beneficio y sí muchísimos gastos. Pero parece que hasta eso, molesta y mucho, sobre todo al dueño de este restaurante que me acusó de beneficiarme de un regalo.
Palau del Baró Restaurante
Es un restaurante ubicado en la antigua residencia de la Familia Vives que fue también hogar de la Familia del Barón de las Cuatro Torres, de ahí el nombre. La entrada al establecimiento es presidida por una lámpara hecha con 1.000 bases de botellas de plástico y luego le siguen unas escaleras que te dejan sin aliento (si no estás en buena forma), pero te recuperas con rapidez.
Se sigue conservando en su totalidad las habitaciones del palacete que se utilizan como comedores y una gran terraza exterior. Me gustan la baldosas de los baños y los espejos, así como la cómoda y el sillón que encuentras en el aseo femenino.
Nos colocaron cerca de uno de los balcones que dan a la calle principal y el encargado de nuestra mesa fue Jose.
Para el aperitivo nos sirvieron un cava que estaba muy rico: Al·legoria con Macabeu, Xarel·lo, Parellada y Chardonnay, una burbuja muy fina que nos gustara mucho.
Empezamos con una Crema de Coliflor, boquerón con vinagre de frambuesas, que recuerdo que probé posteriormente en la TapAlta de Marzo.
El conjunto estaba muy bueno en boca y cada ingrediente se pudo distinguir. ¡Me encantan las cremas de verduras!. Me comentó que estaba hecha con mantequilla y un toque de nuez moscada; el boquerón se hizo en vinagre con frambuesa, se confitó con aceite de hierbas y tenía unas bolitas de caviar de aceite de oliva. La crema estaba fina y buena.
Croqueta ahumada y telaraña de queso y trufa: La presentación del plato es con un bol de cristal encima de la croqueta que, cuando se retira, te viene el aroma como si estuvieras en el campo. La técnica ya la había visto en aq Restaurant y me gustó mucho.
La croqueta estaba hecha con muslo de pollo ahumado (previamente cocinado al horno), panceta, queso Idiázabal. La masa no llevaba leche sino caldo de pollo. Luego la rebozaron con Panko que le da una textura muy crujiente y diferente al pan rallado, que quizás es lo más habitual. La telaraña de queso estaba hecha con pasta filo, queso parmesano, aceite de trufa y se acompañó de una mermelada de tomate casera.
Humus con melón y plátano macho. El humus es una crema de garbanzos orihunda de la cocina árabe que estaba muy buena, se adereza con limón, tahín, aceite de oliva y ajo. Elaborarla es extremadamente fácil (la última vez la hice con esta receta de Thermomix). Lleva menta picada y el melón está cortado tipo Brunoise.
Vieira con pasta de tinta, alcachofas e infusionada con una crema de espárragos trigueros; La vieira estaba hecha a la plancha, acompañada de una pasta de trigo duro con tinta, las alcachofas torneadas iban con un aire de panceta y una crema suave de espárragos trigueros.
Para empezar con los platos fuertes, nos dejaron probar una copa de Les Terrasses del Priorat que ya conocía.
Foie de pato a la plancha, manzana verde, cebolla caramelizada y jugo de carne. El plato se presentaba con un carpaccio de manzana verde en el fondo del plato aderezado con aceite de trufa y sal maldon.
No había probado nunca el Pak choy (una verdura china) que me resultó suave y algo dulce, estaba hecho al vapor con soja. La cebolla que acompañaba al plato estaba caramelizada y la salsa era un demi glacé de ternera.
Magret de pato a la naranja con tamarindo: El pato estaba rico pero la salsa no me acabó de gustar, demasiado cítrica para mi. El tamarindo es un fruta exótica que proviene de África y tiene un alto valor culinario.
Sorbete de Mojito. Muy refrescante y digestivo, se agradeció.
Crème Brûlée de romero: Una versión afrancesada de la famosa crema catalana) que me encantó por la suavidad de su crema y la fina capa de azúcar quemado que la coronaba.
Si pretendía sorprendernos, lo consiguió. Destaco el correcto servicio que nos hizo Jose (el camarero), respondiendo y estando pendiente en todo momento de nuestra mesa y del trato dispensado a mi hija-
Restaurante Palau del Baró (Calle Santa Anna, 3 – Tarragona)
Ja sabeu que l’actual Ministre de Defensa, Pedro de Morenes y Alvarez de Euláte, és descendent del Baró de les Cuatro Torres?
Hola Silvia, me ha encantado el artículo y las fotos son preciosas. Fui una de tus premiadas en el sorteo con ese fantástico juego de sartenes Valira que funcionan a las mil maravillas y no me olvido del wok, que se lo tuve que regalar a mi hermana, porque se puso muy pesadita con él y no veas cómo lo está aprovechando.
Muchas gracias por todo lo que haces y cómo lo haces.Sigue como hasta ahora, todo este trabajo tiene que tener su recompensa.
Ainhoa
Hola Ainhoa!
Gracias por tu comentario.
Me hace especial ilusión que hayas sido la primera en comentar (al menos alguien relacionado con el post, aunque sea de manera indirecta).
La semana pasada me compré una sartén y el Wok de Valira y aunque la sartén es evidentemente, como el resto, con el wok necesito practicar. Espero poder volver a verte en breve!!
Un saludo,
Silvia