El pasado viernes por la noche tenía insomnio y no sé por qué razón empecé a pensar en las manías que podíamos tener cada uno.
A la mañana siguiente había quedado con unas amigas para resolver el mundo y les pregunté, primero se quedaron pensativas, se lo digo o no y luego soltaron prenda.
Manías que puedo confesar
- No me sabe igual un café si primero vierto la leche y después el café. Siempre tiene que ser al revés
- Cuando unto mantequilla, tiene que estar bien repartida por la tostada, no soporto un trozo en la boca; pero con el queso y el foie es al contrario
- Siempre me dejo un sorbo de vino en la copa para bebérmelo después de un café
- No soporto la comida que se sirve hirviendo ni platos rebosantes
- No me gusta la leche sola y no soporto su aroma, pero me encantan todos los lácteos
- Cuando me ponen un plato de comida delante de la mesa (que sea para mi) me encanta olerlo antes
- Cuando me lavo los dientes, mojo el cepillo varias veces para que quede húmedo, coloco la pasta pero la reparto con el dedo por todo el cepillo porque no soporto tener la pasta en la boca
- Hablo sola cuando intento relacionar cosas, escucharme a mi misma, hace que las recuerde mejor
- Suelo ordenar alfabéticamente cualquier lista, pero no ésta
- No me gusta estar comiendo y oler a tabaco, a parte de que me molesta, no consigo definir lo que como
- No me gusta comer delante de alguien que no cierra la boca a la hora de comer, me resulta incómodo y me pone de los nervios
- No me gusta que me agobie un camarero cuando estoy comiendo
- Instintivamente, cuando leo una matrícula de coche, suelo sumar todos los números hasta quedarme con uno sólo
- No soporto ver faltas de ortografía en cualquier lado, soy muy puntillosa con este tema
- Cuando publico algo en el blog, suelo retocarlo varias veces hasta que no lo veo perfecto
- No puedo dormir si la persona que tengo al lado ronca, Javier suele llevarse algunas patadas inocentes por la noche, esas de como quien no quiere la cosa …
- No soporto que alguien me empiece a contar una cosa y luego me diga que no … si empiezas, acabas y si no, no me digas ni «mu»
- Cuando estoy nerviosa, tiendo a hablar demasiado rápido
- Se me pone la piel de gallina cuando toco espuma (la de los colchones o algunas almohadas, o incluso la que se utiliza para manualidades), en este caso, tampoco soporto el corcho, terciopelo y hasta hace unos años, tocar la piel de melocotón (mi padre solía pelármelo o si no lo hacía con guantes de látex)
Y tú …. ¿tienes alguna manía confesable?
Silvia, me parece un artículo absolutamente genial. ¡Y no digo más! Ya lo sabes.
Como las manías que me acompañan ya las tengo incorporadas a mi vida, las encuentro de lo mas natural. Pero si me pongo a pensarlo dos veces podría destacar éstas:
No soporto el olor a pescado frito, lo como estupendamente pero me molesta el olor. Tengo un olfato demasiado desarrollado, algo que tiene su punto bueno y una parte mala: soy capaz de notar cualquier cambio en la colonia de los que me rodean, pero también huelo antes que nadie las cosas malas.
Coincido contigo en la aversión a encontrarme faltas de ortografía. Cuando estoy hablando con una persona y tiene un fallo gramatical, repito unas cinco veces la misma palabra como para convencerme de cual es la opción correcta. Sobre todo me pasa con el leismo, laismo y loismo.
No puedo evitar tocar con las manos las cosas que me llaman la atención: si entro en un sitio y veo una mesa que me gusta, tengo que pasar la mano por encima. Fui feliz el día que, en una exposición de escultura contemporánea, me dejaron tocar las figuras. Creo que las manos tienen un punto de vista distinto de los ojos.
Casi siempre he utilizado blusón negro para restaurar cuadros, y cuando hacía mezclas de colores, siempre probaba en la manga. Cuando pinto paredes suelo terminar con el mono muy sucio a la altura de los muslos, Es otra de mis manías, limpiarme las manos de pintura en el pantalón.
No soporto desayunar sentada. Solo lo hago cuando voy de viaje o cuando expresamente me lo propongo para hacer un desayuno en familia.
No puedo escribir con un bolígrafo negro. Mis apuntes tenían que ser sobre papel cuadriculado en azul, y escribir con una marca especial de bolígrafo tipo BIC, pero de punta muy fina.
Silvia, que horror!!! Cuando he empezado a escribir no recordaba ninguna de mis manías. Es más, he leído las vuestras y pensaba ¡Vaya por Dios, que maniática es la gente! Pero según he comenzado a escribir, cada vez he ido recordando más cosas. Me paro aquí porque puedo no terminar nunca.
Un besito y estupendo post.
Hola Cósima,
Gracias por pasar y dejar un comentario.
Sí, la verdad es que todos tenemos ese puntito de maniáticos que nos hace ser de lo más encantadores.
Bss,
Silvia
Yo, más que llamarme maniático, prefiero autodefinirme como «metódico», ya que muchas de mis manías confesables van ligadas al orden o la secuencia, o la posición:
Por ejemplo, a la hora de estudiar en la facultad, las hojas estaban perfectamente amontonadas, y una vez miradas, pasaban a un nuevo montón donde no sobresalía ninguna arista ni borde. Si era así, me veía obligado a parar a ordenarlo antes de seguir estudiando.
En los exámenes, colocaba a mi derecha los bolis o la estilográfica y sus cartuchos de recambio y a mi izquierda el reloj, en posición de ligera elevación para que me quedara la esfera de fácil visualización. Soy zurdo y al escribir me molestaba, y era incapaz de llevarlo en la derecha.
Nunca repasaba lo escrito porque siempre había pensado que haciéndolo dudaría de lo escrito y acabaría poniéndolo mal.
Al levantarme tengo que beber dos tragos de agua, sin ellos no arranco.
Cuando como un plátano de postre, tengo que tener un mendrugo de pan para comérmelo después.
Y después del café siempre tengo que beber un poco de agua.
Me molesta que me muevan las cosas que tengo puestas en casa. Van así, y no de otra manera.
Cuando jugaba a fútbol (no pasé de la 3ª regional) y fútbol sala, si ganábamos, iba repitiendo las medias que llevaba bajo las espinilleras y las medias de la equipación, e incluso repetía la comida previa al partido.
Como fanático del Nàstic que soy, repito la ropa y el reloj para ir al campo si ganamos.
Y ahora mismo no me vienen más a la cabeza…
Hola mi querido suscriptor y amigo Josep Mª,
Este tipo de artículos son los que más me gustan porque te dan la oportunidad de conocer otra faceta de una persona.
Te diré que en casa, Javier es un maniático del orden, por más que quiero cambiar de sitio algunas cosas en la cocina, no hay manera de hacer una renovación. Ahí se quedan hasta que se rompan. Es bastante independiente, debe ser de su época estudiantil y laboral antes de conocerme ….
Gracias por tu participación.
Bss,
Silvia
Hola Silvia al fin me decido a comentar por aquí …(y que conste que me cuesta, por si me pillas alguna falta) Pero releyendo las tuyas, las manías no las faltas, he recordado la que tengo yo sobre los cepillos de dientes. Es decir, que no soporto un cepillo de dientes sin capucha, o el «taponcito» ese que tienen para proteger las cerdas, las cerdas del cepillo. Esas cerditas son las que se encargan de nuestra higiene buco-dental …y verlas al descubierto me da un poco de «yu-yu» (puede que exagere, pero no lo soporto) No entiendo como bastantes fabricantes de cepillos dentales los ofrecen así como desnudos !!!
Buenas Noches Silva y Éxito con el blog ! y por supuesto gracias por el premio por comentar …aunque creo que un viaje para dos personas todo un finde y con todos los gastos pagados es algo …me callo! (Gracias !)
Un abrazo,
tomae.
Hola Tomás,
Pero … ¿no te dije que no comentaras nada sobre lo de los premios que doy a gente especial como tú por opinar en el blog?
Gracias por pasar y compatir una de tus manías confesables.
Bss,
Silvia
Me ha hecho mucha gracia leerte!! algunas manías son compartidas. La de la mantequilla, la del café (en mi caso Nesquick), y creo que alguna vez también he sumado números… hasta quedarme con sólo uno…pero no sé si de matrículas o de otra cosa. Una manía?? pues coger el teléfono aunque me venga fatal; soy capaz de salir de la ducha si lo oigo y dejar todo el suelo mojado…no lo puedo evitar. bes.
Hola Beatriz,
Gracias de nuevo por dejar un comentario. Sí, creo que somos muchos y muchas que coincidimos con algunas de mi lista. Lo de la ducha ya no lo hago, sobre todo, porque en una de esas veces casi me mato de un resbalón ¿Tendrás cuidado?
bsines,
Silvia
Hola Silvia, que articulo más interesante. Yo soy una maniática con casi todo: limpio los cubiertos en un restaurante e incluso la copa y el vaso de agua: no aguanto el desorden y normalmente siempre tengo que arreglar las botellas de agua y de leche en el cuartito que tenemos como despensa (comparto casa); tampoco me gusta la mantequilla como un mazacote, coincidimos :); no soporto las uñas clavadas en una pizarra, me da una grima horrible; no me gusta que alguien empiece a comer si no estamos todos sentados (más que una manía la considero una falta de respeto); no aguanto que una de mis amigas siempre me diga que lo que he elegido en un restaurante, está mucho más rico de lo que ella ha pedido (creo que la próxima vez, se lo escojo y tiento a la suerte …).
Sigue así Silvia, me pirran tus artículos y suelo acudir a todo lo que se organiza en Tarragona, tenemos una colla adicta a tu blog. ¡A ver si algun dia coincidimos!
Saludos desde Barcelona,
Hola Verónica,
Gracias por dejar tu parecer al respecto.
Como le he comentado a Pablo, en el anterior comentario, me gusta saber las manías de mis amigos para intentar no cometerlas cuando están delante.
Me apetecía escribir el artículo y ahora ya conocéis algunas cosas que me irritan ..
Muchas gracias a tu colla y a ti por seguir mi blog. A veces, recompensan este tipo de palabras.
Cuando vuelvas a bajar, avisa.
Saludos,
Silvia
Pienso que muchas «manías» son simples reflejos de nuestros gustos, sólo por el hecho de haber probado otras alternativas y ver que la que quedó era la que más nos gustaba.
Un saludo
PabloD
Hola Pablo,
Gracias por dejar un comentario. Es un tema interesante y nunca deja de sorprenderme!
Saludos,
Silvia
uIIIX!!!!!! OS CUENTO LAS MIAS!!!!
Primero todas mis manias las ponia en practica en casa, haciendo la vida imposible a mis hijos… ahora lo hago en el LOLA TAPES
1- Cada mesa tiene sus sillas, no se pueden cambiar de mesa y si algun cliente lo hace a veces no lo he podido aguantar y lo he hecho levantar y colocar la silla que toca…
2- Todas las mesas y sillas estan colocadas en PERFECTA POSICION siguiendo las lineas de las baldosas del suelo…no soporto ver nada torcido…NI LOS TABURETES DE LA BARRA!!!
3- Barro 50 veces cada dia y cuando hay gente me tengo que aguantar si veo comida por el suelo…. si fuera por mi sacaria la escoba y barreria pero entiendo que no queda muy bien…
A veces han tirado cosas y disimuladamente me he tenido que agachar a recogerlas…
4- Despues de barrer friego con mi mocho, no lo puede tocar nadie mas que yo, y no puede quedar ni una señal de nada en el suelo, ni pisadas, ni manchitas NADA!!!!!!
Imaginaos cuando el bar esta lleno de gente y se les cae alguna cosa de beber….me pongo enferma…NO SOPORTO LAS MARCAS DE PISADAS!!!!!
5-Aunque no lo parezca cada botella, cada copa, cada vaso TODO, tiene su sitio y no se puede cambiar…. y aunque parezca desordenado pues NO LO ESTA….
Me dejo muchisimas mas..pero estas son las mas importantes para mi!!!!!