Cuando me ofrecieron la posibilidad de entrevistar a Ferran Adrià (Hospitalet del Llobregat, 1962) no daba crédito a la propuesta porque se trataba de hablar cara a cara con una de las personalidades de mayor relevancia de la gastronomía mundial.
Una vez concertada y, con bolígrafo en mano (en esto aún soy de la vieja escuela), esbocé en un papel un esquema con preguntas sobre su frenética actividad, su opinión sobre la alimentación sana, los niños, la educación, las nuevas tecnologías…
En fin, el punto de partida de una charla que me entusiasmaba tener con el cocinero español considerado, por muchos, como el mejor.
COCINANDO DIVERSIÓN Y SALUD
Así pues, puntual a la cita, acudí el martes, 28 de febrero al pabellón de Fira de Barcelona donde se instaló la caravana de Carrefour que Ferran Adrià capitanea con el proyecto “Cocinando diversión y salud”, en el que también colabora Disney.
“La función de este proyecto es explicar a niños y jóvenes la historia de la gastronomía de una manera lúdica. Si no comprendes, no entiendes cómo funcionan las cosas. Es educar y aprender a través de la cocina.”
De hecho, la Caravana de la Salud era una de las propuestas destacadas que estaban incluidas en la programación del certamen Yomo (Barcelona, 27 de febrero al 2 de marzo) donde los jóvenes experimentaron la ciencia, la tecnología, la ingeniería, el diseño y las matemáticas con actividades interactivas y talleres de todo tipo.
Una iniciativa innovadora con la que Ferran Adrià se sintió muy identificado. “Es fantástica. Se nota que hay unos señores de Estados Unidos, en el muy buen sentido de la palabra, porque así es como funciona la Universidad de Harvard. Imparto clases allí y, cuando voy, siempre me obligan a dar una conferencia para la gente de la calle”.
A su entender, no se trata de popularizar, sino de normalizar la difusión de conocimientos. “Los norteamericanos pueden crear, pero siempre lo hacen con el concepto de aportar alguna cosa a la sociedad. Es la mentalidad americana, que no tenemos ni los latinos ni los europeos”.
Quizás por ello considera que, actualmente, debe imponerse el pragmatismo “porque estamos en la sociedad del oportunismo” y la aplicación del sentido común en todos los ámbitos. “Si se hiciera, el mundo no estaría como está.”
Como sucede en estos casos, la entrevista se demoró más de una hora y la charla personal se convirtió en un encuentro distendido de veinte minutos con otras compañeras blogueras.
Fue entonces cuando comprobé que Adrià es una persona que sabe muy bien a dónde va, pero también de dónde viene.
Es afable, cordial, educado, sencillo… lo que habitualmente definimos como una persona “muy normal”, y auguro que debe ser un buen conversador de sobremesa porque es apasionado en sus exposiciones, que siempre razona y argumenta, muy hablador y ávido de conocimientos. A Adrià le gusta saber, pero intuyo que tal vez le importe más conocer.
“VIVIMOS EN UN MUNDO INTOXICADO DE INFORMACIÓN”
Internet ha transformado el mundo y las redes sociales han globalizado las relaciones humanas con tan sólo apretar unas cuantas teclas del móvil o accionando el clic de la cámara de fotos.
“Si preguntas ahora mismo qué es la tecnología te volverías loco porque la gente la confunde con Internet y no es así. Vivimos en una sociedad con tanta información que estamos intoxicados y, en estos momentos, estamos inmersos en una revolución que desconocemos a dónde nos llevará.”
Aunque, a su entender, hay cosas que no han cambiado tanto en estas últimas décadas.
Fue en este punto cuando Ferran Adrià nos sorprendió lanzándonos una pregunta al aire. Nos dijo: ¿Qué elemento de la cocina no existía hace 40 años y hoy se encuentra en casi todos los hogares?
Le comenté que la vitrocerámica, el microondas o tal vez el turmix…, pero me lo negó una y otra vez con la cabeza. Así que, cuando nos dio la respuesta (la cafetera Nespresso) no tuvimos más remedio que esbozar una sonrisa. “Antes no podías hacerte un espresso en casa y, desde hace quince años sí. La tecnología es eso, comprender.”
Un camino que, para Ferran Adrià, es fascinante. “Las App son unas herramientas fantásticas para cocinar y los vídeos tutoriales no funcionan porque cuando cocinas siempre piensas que vas muy lento. Luego, como los vemos en las tablets éstas quedan muy sucias porque siempre estamos con el play y el stop. Pero cuando tengamos una pantalla que nos hable a tiempo real, que calcule el tiempo de cortar los alimentos, los minutos de preparación o de cocción entonces será fantástico. Para mí es uno de los campos más importantes que se desarrollarán en el futuro”.
FERRAN ADRIÀ: ENTRE EL LIBRO Y LA TABLET, GANA EL LIBRO
El chef y alma mater del mítico restaurante “El Bulli”, anima a los padres a que vayan a comprar con sus hijos y que cocinen con ellos como si fuera un juego.
“Tengo amigos que me decían que a sus niños solamente les gustaba la pasta y les aconsejé que pusieran cinco ollas con cinco salsas diferentes. ¿Por qué limitarlo todo a una cazuela?”
Quizás alguna de vosotras quisiera hacer esto, jugar más a menudo con sus críos en la cocina, pero no lo hace por falta de tiempo.
TE CUENTO EN LA COCINA
Un pensamiento que, creo, puede ser generalizado. Sin embargo, cuando se lo insinué y, durante unos breves segundos, Adrià cambió su semblante afable por otro que rezumaba indignación. “Perdona, ¿qué me estás diciendo? ¿Que los papás no tienen tiempo?
Actualmente la media de los padres que están con estos ‘bichos’ (móviles/tablets/ordenador) es de cuatro horas diarias. ¡Digo yo que, por lo menos, le pueden dedicar a sus hijos una hora al día para cocinar o comer!… ¿O no?”
No fue el único momento en que se mostró contrariado. El segundo vino poco después cuando, hablando de su fantástico libro “Te cuento en la cocina” (un proyecto innovador que combina la creatividad de los míticos personajes de Disney con la cocina de Ferran Adrià) y de su fabulosa acogida, le expresé mi extrañeza teniendo en cuenta que, entre un libro y una tablet, los niños prefieren la pantalla al papel.
“No es verdad y cada vez que hago un proyecto me lo confirma. Aún se venden muchos más libros que aplicaciones. Reconozco que pensaba como tú, pero un libro es un objeto de regalo, bien presentado y con empaque, y una App no. Si te regalan una aplicación piensas que es un obsequio cutre, de poco valor. Un libro, en cambio no”
«UN PRODUCTO ECOLÓGICO ES ARTIFICIAL”
Enseñar a los niños desde su más tierna infancia a descubrir los alimentos con sentido común y una sencilla metodología es la fórmula más simple para adquirir los hábitos culinarios y los conocimientos gastronómicos saludables.
¿El secreto? Comer poco, de todo y muy variado. “La mayoría de las criaturas saben mucho más que los padres.
En los encuentros que tengo con las familias les pregunto qué es natural: los papás no se enteran y los niños siempre demuestran saber más. ¿Por qué? Porque los profesores están haciendo un muy buen trabajo en las escuelas.
Los de mi generación, por ejemplo, no sabíamos absolutamente nada de los hábitos saludables. Yo, por ejemplo, jamás hablé con mis padres de este tema”.
Para Ferran Adrià, el concepto de ‘comer bien es comer sano’ no es acertado porque se trata, sencillamente, de ingerir la cantidad adecuada.
“Siempre digo medio en serio, medio en broma, que para conducir debes de tener el carnet. En cambio, para cocinar, no. Es cierto que existe la transmisión de padres a hijos y depende de los progenitores que hoy en día cocinan, relativamente…aunque, a mi entender, no es suficiente. Todo aquello que se aprenda en la infancia se queda para siempre. Y es fundamental que sepan que hay que hacer la comida bien y con una cierta lógica”.
No obstante, muestra sus recelos respecto a la frase “hay que comer natural” porque, a su entender, es una falacia. “Natural es lo que está en la naturaleza, lo que hace el hombre es artificial. Por lo tanto hay que cambiar el discurso cuando hablas de alimentación porque, si no, estás engañando al personal. Hay que comer natural y artificial.”