Love is in the air. ¿Puede ser el amor eterno?

Como en la canción “Love is in the air” el mes de febrero nos recuerda que el amor  es un elemento, el cual en algún momento de nuestra vida nos llama a la puerta. Miles de novelas, de películas hablan de historias de amor, unas idílicas, otras tormentosas, muchas apasionadas pero, ¿qué sucede en la vida real? ¿Puede un amor ser eterno? 

Muchas son las definiciones del verbo amar, cada persona lo describe de una forma distinta, pero permíteme que te comparta la mía.

Amar es SENTIR. Sentir que la otra persona te importa, sentir admiración por ella o él, sentir pasión, placer, bienestar, complicidad, respeto, sentir amor cuando mantienes una conversación, cuando te ríes, cuando preparas la comida de la semana. Sentir que tu vida está llena al lado de esa persona.

Dejamos de amar porque dejamos de sentir y la relación se va apagando. Nos encontramos viviendo con nuestra pareja como dos compañeros de piso y a veces ni nos hemos dado cuenta. La rutina y las obligaciones escalan los primeros lugares en la vida de una pareja y empieza a perder el sentido. 

PAUTAS PARA NO PERDER NUESTRO LOVE IS IN THE AIR

Para que esto no ocurra debes tener presente las siguientes pautas:

COMUNÍCATE: Expresa tus necesidades, tus gustos, lo que quieres y lo que no. Dedica tiempo a conversar, a hablar y a escuchar, tu pareja también tiene necesidades. No des por sentado las cosas, no esperes que él o ella haga algo sin pedírselo, ni que intuya lo que estás pensando.

Si quieres algo pídelo, tienes una necesidad exprésale, evitareis muchos reproches y hará que vuestra relación sea fluida. La comunicación es la base para conocerse y entenderse. Sólo podemos amar aquello que conocemos.

SORPRENDE: Sé detallista. Cuando conocemos a alguien siempre estamos pensando en agradar a la otra persona y se nos ocurren múltiples formas para conseguirlo. ¿por qué no hacerlo siempre? 

Constantemente hay un momento al día que lo podemos hacer pensando en el otro y que éste lo perciba, un acto cotidiano lo podemos transformar en especial, por pequeño que sea.

DEDÍCATE TIEMPO: Vivir en pareja no significa no tener espacio para ti. Mantén un espacio propio donde desde la libertad individual se comparta la vida. No renuncies por completo a tus aficiones o salir con tus amigas/os, a tener ese momento para ti.

Cuida tu cuerpo y tu mente, ya que te permitirá mantener un nivel de bienestar saludable que sin lugar a dudas, transmitirás en la relación de convivencia.

DEDICA TIEMPO A TU PAREJA: Cuando van pasando los años al lado de una persona a veces ocurre que no dedicamos el tiempo suficiente a nuestra pareja. En muchas ocasiones si existen hijos/as, estos ocupan prácticamente todo el espacio familiar.

Planificad momentos para los dos solos, no siempre el tema de conversación deben ser los hijos, dejad espacio para vosotros, para fortalecer las relaciones sexuales, para vuestras inquietudes, ilusiones, proyectos e incluso discrepancias. Dejad tiempo para hablar y crecer con ellas, una pareja no puede coincidir en todo pero sí puede crecer con la diferencia.  

CONFÍA: Una relación debe estar basada en la confianza y el respeto mutuo. La confianza da espacio de tranquilidad, refugio, permite ser tú misma/o con respecto al otro y expresarte con apertura.  Deja los celos de lado y céntrate en qué acciones puedes hacer para que tu pareja esté bien contigo. Los cuatro pasos anteriores te ayudarán muchísimo.

Ponte manos a la obra y a partir de aquí ama. El amor puede ser eterno.