Si hay una tapa que conquista a locales y turistas por igual, esa es, sin duda, las patatas bravas. Con su irresistible combinación de crujiente por fuera, tierno por dentro y una salsa con el toque perfecto de picante, este plato es un imprescindible en cualquier bar de España. Pero, ¿te has preguntado alguna vez cuál es su origen y cuál es la receta más famosa?
¿Cuál es el origen de las patatas bravas?
Las patatas bravas nacieron en Madrid en la década de 1950. Se dice que dos bares emblemáticos de la capital, Casa Pellico y La Casona, fueron los primeros en servirlas. Aunque ambos locales ya han desaparecido, su legado gastronómico sigue vivo.
La idea original era sencilla pero innovadora: trozos de patata frita en aceite de oliva, cortados de forma irregular y acompañados de una salsa ligeramente picante. En aquellos tiempos, el picante no era común en la cocina española, por lo que la salsa brava causó sensación. De hecho, el nombre “bravas” se debe precisamente a su sabor intenso y atrevido.
La receta más famosa de patatas bravas
Si bien cada región tiene su propia interpretación, la receta más popular y tradicional sigue siendo la de Madrid, que incluye una salsa con base de pimentón, caldo de carne y harina, sin tomate. Aquí te dejamos una versión clásica que puedes hacer en casa:
Ingredientes:
- 4 patatas medianas
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal al gusto
Para la salsa brava:
- 1 cucharada de aceite de oliva
- 1 cucharadita de pimentón dulce
- 1/2 cucharadita de pimentón picante
- 1 cucharada de harina
- 250 ml de caldo de pollo o agua
- Sal al gusto
Preparación:
- Cortar y freír las patatas: Pela y corta las patatas en trozos irregulares. Fríelas en abundante aceite de oliva a fuego medio hasta que estén tiernas. Luego, sube la temperatura para dorarlas y lograr esa textura crujiente. Resérvalas sobre papel absorbente y añade sal al gusto.
- Preparar la salsa brava: En una sartén, calienta una cucharada de aceite de oliva. Añade el pimentón dulce y picante, removiendo rápidamente para que no se queme. Incorpora la harina y cocina por un minuto. Vierte el caldo poco a poco, removiendo hasta obtener una salsa espesa y homogénea. Ajusta la sal.
- Servir: Vierte la salsa brava caliente sobre las patatas fritas y ¡disfruta!

Variaciones y reinterpretaciones
En distintas regiones de España, las patatas bravas han evolucionado con ingredientes extra como mayonesa, alioli o incluso salsas de queso. En Barcelona, por ejemplo, se suele servir con una combinación de alioli y salsa brava, creando un contraste de sabores espectacular.
¡Una tapa imprescindible!
Las patatas bravas han pasado de ser un simple aperitivo madrileño a convertirse en un símbolo de la cocina española. Ya sea en su versión más tradicional o con un toque innovador, esta tapa sigue siendo un imprescindible en cualquier bar o restaurante.
¡Atrévete a prepararlas en casa y dinos cuál es tu versión favorita!
Por lo popular del plato, hay más consumidores que conocedores. Buena información. Gracias y buenos días