Recuerdo la sidra como una de las bebidas que formaba parte de nuestras celebraciones familiares. Te escribo con ese tipo de emoción agradable al escuchar o leer la palabra que hace que mi mente se traslade a una época de hace más de treinta y cinco años.
A mis abuelos maternos le gustaba mucho la de El Gaitero (con la coletilla «famosa en el mundo entero») y creo que por la época en la que estábamos, sólo había de esa marca. Además era una bebida que a diferencia del cava o Freixenet semiseco (el que más se veía en las tiendas), podíamos beberlo porque entraba muy bien fresquita.
Con ese recuerdo tan bueno que me produce y el no tan agradable del cáncer (se fue mi tío Felipe y amigos muy cercanos están con su ardua batalla), te escribo para hacerme eco de una campaña solidaria que une la sidra de Manzana Seleccionada, primer sello de calidad en el sector y a los llagares asturianos Sidra Trabanco, Peñón, Foncueva y Muñiz con la Fundación Sandra Ibarra de Solidaridad Frente al Cáncer para presentar una campaña singular.
Sidra frente al cáncer
Cada botella de la cosecha 2015 que se consuma en toda España estará contribuyendo a financiar proyectos de investigación frente al cáncer, destinando una parte de las ventas nacionales a proyectos amparados por la Fundación Sandra Ibarra.
La que se va a consumir en esta campaña es una sidra sin trasegar, que reposa sobre sus propias lías de fermentación y que se distingue por su carácter especialmente afrutado, muy valorada por antepasados y habitual en los meses de Primavera.
LA APUESTA DE LA MANZANA ASTURIANA
El proyecto de recuperación está impulsado por los llagares asturianos anteriormente citados, que tiene el objetivo de contribuir al desarrollo del sector de la manzana de sidra en Asturias, apostando por variedades tradicionales y cosechadas en el Principado.
De hecho, trabaja en la recuperación de variedades tradicionales de manzana, que estaban en riesgo de extinción y que tanto aportaron (y, ahora, seguirán aportando) a la sidra elaborada en Asturias.
