El mosto es uno de esos tesoros escondidos en estas pequeñas joyas de la naturaleza.
Cuando pensamos en uvas, solemos asociarlas con el vino o la uva de mesa, pero ¿sabes qué es el mosto?. En pequeños rasgos, te diré que es un líquido deliciosamente dulce que se obtiene a partir de la uva, y aunque es menos conocido que el vino o el zumo, le tengo un cariño especial ya que da mucho juego cuando alguien quiere acompañar a otros que beben vino pero no puede tomar alcohol.
El mosto es el jugo fresco de uva que se obtiene durante el proceso de prensado de las uvas. A diferencia del vino, el mosto no se fermenta y no contiene alcohol. Su sabor es naturalmente dulce y puede variar en dulzura según el tipo de uva utilizada. Además, es una fuente rica de nutrientes esenciales como vitaminas, minerales y con muchos flavonoides que resguardan nuestras células del envejecimiento.
La mayoría de zumos parten de concentrados e incluyen pepitas, piel y además suelen hacerse con uva de mesa.
Su principal diferencia, de ahí a que me decante por este tipo de mosto, es que su acidez suele ser más alta (por eso se utilitza para vinos) y el resultado es que la sensación de dulzor no es tan marcada y los hace menos empalagosos.
¿CÓMO SE HACE EL MOSTO?
Te dejo una pequeña explicación de uno de mis elaboradores predilectos (Mostatxo) sobre su proceso:
“Después del prensado de nuestras uvas recogidas a mano, introducimos las enzimas que nos ayudan a clarificar el mosto y lo tenemos unos días en un depósito a baja temperatura, para que no arranque la fermentación. En este proceso, introducimos también proteínas de origen vegetal y bentonitas, para limpiar el mosto de impurezas.
La decantación dejará el mosto limpio y listo para ser embotellado. Antes de embotellar, se filtrará para clarificar el zumo y por último, para conservarlo, se pasteuriza para evitar que con el tiempo pueda degradarse.”
Seguro que te estarás preguntando: ¿entonces hay mosto “blanco” y mosto “tinto”?
Pues sí, así es. Pese a que encontramos pocos en el mercado podemos degustar mostos con diferentes colores y si además son un poco gourmet incluso sabemos de que variedad de uva, de moscatel, merlot, xarel·lo …
Y por eso, ¡juego con él en las catas! Descubrir con pequeños y grandes que cada uva nos da diferentes colores, aromas, sabores y acidez es una experencia para entender porqué luego los vinos tienen tantos matices y si además tienes la suerte de visitar un viñedo, comer la uva y probarlo en una bodega.
Aprovecha ahora estamos en época de vendimia y son muchos los que ofrecen esta actividad.
¿CÓMO DISFRUTAR DEL MOSTO?
Te recomiendo utilizarlo en diferentes propuestas:
1. Bebida refrescante: sirve el mosto frío en un vaso con hielo para una bebida refrescante en un día caluroso.
2. Cócteles sin alcohol: úsalo como base para cócteles sin alcohol, mezclándolo con agua con gas o soda y decorando con frutas frescas. Ideal para utilizarlo en mojitos como sustituto del ron con unas hojas de menta.
3. Acompañante de postres: en tus postres con una cucharada de mosto para darles un toque de dulzura natural. En temporada: unas fresas maceradas con mosto son deliciosas
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