El año pasado, nos invitaron a descubrir en primera persona la experiencia de SPOONIK. Sólo disponíamos de la fecha y de la hora. No sabíamos nada más. Habíamos revisado por internet de qué se podía tratar, pero no encontramos muchas pistas, así que nos dejamos llevar.
EL LOCAL
SPOONIK es un restaurante de cocina creativa latinoamericana que se encuentra en el distrito de Sant Gervasi de Barcelona.
Si vas en coche, tienes parking del Mercado de Sant Gervasi y una parada de metro muy cerca de la calle Bertrán (línea 7 El Putxet).
Llegué media hora antes de la cita, lo que me dio pie a ver que a puerta cerrada, el equipo al completo se reúne para dar las claves de la jornada.
Al frente, Jon Giraldo y Jaime Lieberman dos apasionados de la gastronomía que dejaron las cenas clandestinas para abrir un local al público con el que pretenden buscar las emociones de cada cliente que cruza la puerta de su casa. Y lo consiguen.
La decoración de SPOONIK a base de tapices, figuras muy atrevidas para mi gusto, un rincón familiar lleno de fotografías, biblioteca y recuerdos ….
Y qué decir de los servicios, amplios y con un set de aseo personal tanto para nosotras como para ellos, con servicio de toallas de uso individual. Los baños que a menudo pasan desapercibidos, a nosotras nos dice mucho del local.
En cuanto al equipo muy compenetrado, atento y con detalle por las pequeñas cosas (gracias por el cargador).
Nos encandiló el sumiller Unai Mata que con su tono de voz, suave y aterciopelado, ejecutaba con maestría esos cambios para atraer la atención del comensal de una manera muy sutil. El maridaje que nos hizo se convirtió en un recorrido gustativo por diferentes zonas de la geografía de Europa.
LA CARTA
Se caracterizaban por sólo servir cenas y en formato de menú degustación (sin bebidas incluidas), pero nos comentaron la idea de tener un menú ejecutivo ante la solicitud de sus clientes más fieles. Y lo tienen, por 33 euros (5 platos con media botella de vino, café, postre e IVA incluidos).
El espacio se distribuye con una sala amplia. Te recibe la barra del chef y una amplia sala con mesas interactivas de luces y música que son compartidas entre los comensales.
EXPERIENCIA EN SPOONIK
La experiencia empieza con una copa de Cava Montjuic, un brut nature que no conocíamos.
Por grupos de cuatro personas nos invitaron a entrar en la cocina. Allí mismo nos sirvieron un aperitivo, mientras observábamos cómo el equipo va trabajando al unísono y sin perder pausa.
Posteriormente, nos acomodamos en la barra donde empieza la experiencia SPOONIK, un festival de platos muy bien ejecutados, con productos interesantes como la flor eléctrica que nos disparó las papilas gustativas de tal manera que nos preparó para saborear el siguiente.
Mucha complicidad, siempre con una sonrisa en la boca, nunca malas caras, … todo preparado minuciosamente para encandilar al cliente. Lo consiguieron.
PROBAMOS
Melón impregnado en canelazo//Panucho: Confit de pato al pibil, cebolla, frijoles y aguacate (típica comida yucateca)//Arepa Stilton y miel//Chicharrón de queso con fermentos Spoonik//Ensalada de bogavante//Boca del chef Jaume con ceviche de erizos al ají amarillo//Raya con salsa de coco y lima y banana fermentado en crema//Vaca vieja de México colombiana con huitlacotxe//Crema de calabaza con albaricoques y texturas de raíces//Crema de maíz con la receta de la bisabuela de Jon.
No te voy a desvelar nada más, el resto tienes que comprobarlo tú mismo en el local. No te dejará indiferente.