Son muchas las personas que con el comienzo de la Primavera se sienten cansadas tanto física como psíquicamente. Es la llamada astenia primaveral, un trastorno leve y pasajero que se puede superar sin tratamiento.
Llevar una dieta equilibrada, dormir las horas necesarias, practicar ejercicio moderado y mantener una vida ordenada constituyen la mejor prevención para las personas más sensibles a los cambios estacionales.
SÍNTOMAS DE LA ASTENIA PRIMAVERAL
Cansancio, debilidad generalizada, decaimiento físico e intelectual, somnolencia, dificultad de concentración, cierta apatía y dejadez y sensación de aturdimiento o de presión en la cabeza.
También pueden aparecer mareos, irritabilidad, falta de apetito, disminución de la libido e incluso un descenso del sistema inmunitario que nos haga más sensibles a los procesos alérgicos o infecciosos.
La causa no está del todo clara y se atribuye al cambio climático e incluso a los procesos alérgicos tan frecuentes durante esta época del año, de ahí que a este síndrome se le haya definido popularmente como «astenia primaveral».
CÓMO CUIDARTE DURANTE LA ASTENIA PRIMAVERAL
Ante los cambios de estación es muy importante cuidar lo que comemos para fortalecer nuestro sistema inmune.
Algunos signos nos advierten que nuestras defensas se encuentran bajas: los fumadores pueden tener dolor de garganta dando la impresión de estar cogiendo un resfriado que al final no llega, pueden aparecer pupas en los labios, mayor cansancio del habitual, heridas que tardan en cicatrizar, dolores musculares sin haber hecho ejercicio, debilidad del cabello…
El mejor tratamiento y el más efectivo de la astenia primaveral es la prevención
Se coincide en señalar que la clave para combatir y prevenir la astenia primaveral es mantener unos hábitos de vida saludables.
En este sentido, es aconsejable: llevar un ritmo de vida ordenada, respetar las horas de sueño, mantener unos horarios fijos para acostarse y levantarse, realizar ejercicio físico moderado y llevar una dieta saludable y equilibrada.
La dieta tiene que estar enriquecida en vitaminas y minerales, nutrientes que participan en funciones diversas del sistema nervioso y de defensas y cuya deficiencia tiene una relación directa con nuestro estado de ánimo y de salud.
Abundarán las frutas, las ensaladas y las verduras combinadas con farináceos (arroz, pasta, legumbre, patatas…) o como ingrediente de los platos de carne, pescado o huevos.
Las comidas a lo largo del día tienen que mantener un ritmo y un orden. Interesa distribuir la alimentación en 5 tomas si pasan más de cuatro horas de una a otra. No pueden faltar el desayuno, el almuerzo, la comida, la merienda y la cena.
EL DESAYUNO
El desayuno será consistente y aportará energía suficiente para poder mantener el ritmo de tareas que se presentan durante la mañana.
Las sustancias excitantes como el café o el té se pueden sustituir por los equivalentes sin cafeína o por preparados solubles a base de cereales (malta, achicoria…).
Los alimentos como el pan o derivados (galletas, cereales, pan tostado, de molde…) son básicos y se preferirán los integrales que aportan más fibra y mayor densidad nutritiva.
Una fruta fresca rica en vitamina C compensa parte de las necesidades aumentadas de este nutriente y se puede elegir entre: naranja, pomelo, mandarinas, fresas, kiwi o piña. Si se omite la fruta en el desayuno, ésta se reserva como aperitivo a media mañana.
ENTRE HORAS
Puedes optar por alimentos de mayor densidad en vitaminas y minerales: frutas diversas, jugos de hortalizas o de frutas, frutos secos, sándwich vegetales, macedonia de frutas y yogur, batidos de fruta y leche, etc.
COMIDAS
Estarán marcadas por la abundancia de los vegetales. Comenzar cada comida por un caldo vegetal, un puré de verduras caldoso o una ensalada variada es una buena elección.
Los alimentos proteicos (carnes, pescados o huevos) no deben faltar al menos una vez al día, y pueden ser el complemento de una comida o una cena equilibrada.
POSTRES
Los postres los realizaremos en forma de frutas, todo un acierto.
El café de la sobremesa encuentra un sustituto más acertado en las infusiones digestivas o relajantes.
CENAS
Serán más ligeras y se tomarán al menos una hora antes de acostarse, para que la digestión no interfiera con el sueño, y éste pueda ser reparador.
Una cena a base de un caldo vegetal o un puré clarito, una ensalada completa junto con un postre constituye una alternativa saludable para varios días.
Se puede preparar una sabrosa, exquisita y nutritiva ensalada a base de: hojas de lechugas diversas, escarola, endivias, espinacas, canónigos, cebolla, pepino, ajo espolvoreado, zanahoria, remolacha, tomate, espárragos, vegetales germinados…
Cuanta más variedad de hortalizas y verduras incluya la ensalada mayor es la riqueza nutritiva, y esto se traduce en mayor vitalidad y energía.
HIDRATACIÓN
Mantener el cuerpo bien hidratado es fundamental para contribuir al buen desarrollo de las distintas funciones orgánicas.
De esta manera, se favorece la función renal e intestinal y el organismo no se sobrecarga de sustancias de desecho.
Disponer de una botella de agua en un lugar fresco y bien visible es la mejor forma de obligarse a tomar la cantidad de agua necesaria.
Perdón de los síntomas que menciona de la astenia primaveral los estoy notando todos de eso mi preocupación, al pensar que pudiera ser por el antidepresivo. Disculpe mi doble comentario.
Buenas, desde hace un par de semanas me encuentro apática sin ganas de hacer nada solo dormir o estar sentada Incluso ganas de llorar, tengo 56 años y hace muchos años que tomo antidepresivo IMAO y ahora pensaba que podía haber tenido un bajón. Le agradecería mucho si me dijera que puedo hacer o tomar para superar esta apatía. Mil gracias