Llegó el calor y esos días largos en los que disfrutamos de un cielo azul y de unas noches al fresco! Y por supuesto, de esos momentos de disfrutar de una copa de cava, las burbujas más refrescantes del verano.
Mezclamos aperitivos, picnics, comidas ligeras, tardeo y cenas entre amigos con esos acompañamientos salados como el mar: aceitunas, pescaíto frito y una buena paella, pero también a veces con esas ensaladas con tomates madurados al sol o refrescantes y divertidas con frutas o los postres y dulces típicos de las verbenas, como en Cataluña, las cocas de San Juan.
¿QUÉ NO DEBERÍA FALTARTE NUNCA?
Como ya te he dicho al inicio de mi artículo de este mes, no pueden faltar, las burbujas refrescantes.
Un buen cava o espumoso, con todas sus variables, en tu nevera bien fresquito, elevará el glamour de ese momento y te quitará la sed.
Y es que la acidez, frescura y aportación carbónica de estas bebidas lo hacen tan versátil que puede armonizar con los cuatro sabores básicos: amargo, dulce, salado y ácido.
CAVAS: LAS BURBUJAS MÁS REFRESCANTES DEL VERANO
La corta crianza en un espumoso, o con la nueva tendencia de los vinos ancestrales, nos da una burbuja explosiva y unos aromas cítricos y tropicales, bien frío y con platos ligeros y snacks no defrauda.
Los ancestrales son esos vinos que hacen una sola fermentación en botella, se degüellan y se consumen. Los espumosos con método tradicional, fermentan en los depósitos y a posteriori en botella, pierden algo de aromas pero ganan en complejidad y cuerpo.
Cuando la crianza en botella en el método tradicional es considerable, habitualmente más de 18 meses, esa burbuja se afina y sus aromas se vuelven más complejos, así debería ser su maridaje, platos con más sabor y matices que vayan a la par con la sensación más voluptuosa del líquido en nuestro paladar y las notas de almíbar y frutos secos.
Si la ocasión cuenta con un menú de varios platos, un cava de larga crianza , aquí podemos llegar a más de 48 meses, puede perfectamente ser el hilo conductor e ir de la mano de entrantes, plato principal y postre, jugando con las temperaturas de menos a más conforme avanza el festín haciendo que sus aromas vayan también in crescendo.
Y tener un rosado con burbujas sirve como el mejor de los aliados para un tardeo con unos dulces o unos chocolates.
El carácter afrutado del rosado, sus sabores a fresa y melón, matizados con hierbas, también son una combinación ideal para el calor. No solo el calor del verano, sino también el calor de la comida. En mente tengo la pimienta de Sichuan y la comida tex mex con sus fuertes sabores y aromas ¿qué te parece?
MI CONSEJO DE ESTE MES
Guarda una botella con burbujas en la nevera de reserva para disfrutarla, sea verano o no, seguro que encuentras cuando menos lo esperes, el cuándo, el qué y con quién.
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