Me estreno este mes compartiendo algo que forma parte de nuestro día a día en el restaurante: la kombucha artesanal de La Cuina en Ontinyent. Una bebida que descubrí por curiosidad y que, con el tiempo, se ha convertido en una de nuestras propuestas más especiales y más queridas.
Siempre hemos buscado ofrecer bebidas que sorprendan y que cuiden. Entre ellas, la que más nuestra kombucha artesanal que se ha convertido en una de las favoritas de los clientes. Pero no siempre fue así. Al principio fue un reto, y como suele pasar con lo que se hace por primera vez, el proceso tuvo su curva de aprendizaje.
Cómo empezamos a hacer kombucha artesanal en La Cuina de Ontinyent
Empecé a investigar y a descubrir el proceso de elaboración: compré libros, busqué artículos por internet, vi unos cuantos vídeos en YouTube y compraba todas las kombuchas que encontraba en supermercados y tiendas especializadas… (son cosas que sigo haciendo). Vamos, que me formé un poco.

El siguiente paso era empezar a elaborarla. En aquel momento, en el equipo de cocina trabajaba con nosotros Pascu, que es tecnólogo de alimentos y también cocinero. Le dije que quería hacer kombucha y nos pusimos en marcha. Trabajar con Pascu era una pasada, porque él controlaba todo el proceso y lo documentaba (algo que a mí me cuesta un poco más).

Compramos un scoby por internet —para quien no lo sepa, es una especie de disco gelatinoso formado por bacterias y levaduras que se encarga de fermentar el té dulce y transformarlo en kombucha— y empezamos a prepararla. Al principio nos quedaba demasiado dulce, otras veces muy avinagrada o tan carbonatada que, al quitar el tapón, el líquido salía disparado hasta el techo. Vamos, que cada tanda era una sorpresa.

La kombucha artesanal La Cuina Ontinyent estuvo a punto de desaparecer
Con el tiempo, fui puliendo el proceso y hoy en día es una opción indispensable en nuestra propuesta de bebidas. Al principio no era fácil: costaba de vender, no se conocía tanto como ahora y muchas veces o la regalaba o se estropeaba.

Un año después de estar preparándola, me desanimé. Perdí la ilusión y le dije a Ximo que no quería seguir perdiendo el tiempo. Pero justo entonces, empezó a correrse la voz de que nuestra kombucha era casera y que estaba muy buena. Nos la pedían. Así que volví a prepararla.
Sabores únicos de kombucha artesanal en La Cuina de Ontinyent
Desde entonces, cada vez hacemos más cantidad y sabores diferentes. La kombucha es una bebida fermentada, ácida y carbonatada que se elabora con té endulzado. Se le pueden añadir frutas, hierbas frescas o especias, así que las combinaciones son casi infinitas.

No sabría decir cuántas hemos preparado ya en el restaurante. Por mencionar algunas:
- De lima kéfir y tamarindo
- De jengibre
- De limequat y cúrcuma fresca
- Con hierbas thai
- De fresas
- De pomelo
- De tomate
- Con hierbabuena y limón…

Las kombuchas artesanales en La Cuina de Ontinyent
Ahora mismo, en La Cuina, ofrecemos tres opciones:
- Limequat y cúrcuma con base de té verde
- Rosas con base de té negro
- Hibiscus y jengibre con base de té negro
Si aún no la has probado, te invito a hacerlo. Además de estar buenísima y ser muy refrescante, tiene muchos beneficios para la salud. A mí, personalmente, me ayuda a tener una mejor digestión.