En este largo año de pandemia, soy más consciente que nunca de la fragilidad del ser humano y de la importancia del que ha sido un salvavidas para muchos de nosotros, el yoga confinado.
Nos creíamos eternos, libres, seguros, con derecho a hacer lo que queríamos cuando queríamos. Alimentábamos nuestro ego y nuestra felicidad a base de tarjeta y consumismo. Basábamos el disfrute en el más y más y más.
Pero de repente un día todo se paró, un 15 de marzo de 2020 la población española empezó un confinamiento por real decreto que ha cambiado la vida de muchos de nosotros para siempre. Por la pérdida de seres queridos, por la dureza de la situación, por la falta de contacto social, por la introspección obligada, por la necesidad de volver a lo «básico»: casa, familia, alimentación, cocina, estudio, lectura, juegos de mesa, conversaciones, videoconferencias, …
Los efectos negativos del confinamiento aún son poco conocidos, pero ya se empiezan a notar en muchas personas. La incertidumbre, las preocupaciones, la falta de rutinas están ocasionando problemas de sueño, un aumento en las adicciones y la falta de buenos hábitos.
Pero no todo ha sido negativo. El confinamiento también ha llevado a una explosión en la oferta online de actividades físicas de todo tipo. Y es que después de beber y de comer, la necesidad más importante que tiene el ser humano es el movimiento.
YOGA CONFINADO
Hay muchos españoles que han optado por el deporte en casa como su actividad preferida durante la pandemia por salud y también por ocio. En este contexto, la práctica de yoga se ha convertido en una de las preferidas para conseguir el bienestar físico y mental.
El yoga nos ha proporcionado movimiento y nos da dado bienestar en sentido amplio ya que es una práctica milenaria que aúna ejercicio físico, respiración y meditación.
Influyendo no sólo en nuestro bienestar físico sino también emocional. El yoga nos abre las puertas a la autoobservación y al control de la mente y de las emociones.
Hasta tal punto ha llegado el «yoga confinado» que, en la cuenta oficial de las Naciones Unidas, podíamos leer:
el «yoga puede ser una poderosa herramienta para ayudar a la gente a dominar el estrés y el aislamiento de muchos en medio de (la pandemia de) la COVID-19».
¿Pero, habrá yoga después del confinamiento?
Personalmente para mí será una nueva normalidad a largo plazo, es estupendo poder disfrutar del yoga sin tener que moverse de casa. Un post super chulo, muchas gracias.