¿Conoces la leyenda japonesa que se relaciona con el Genmaicha té verde? Hoy te la cuento para que entiendas de dónde proviene esta bebida milenaria.
Cuenta una de las tantas leyendas japonesas que, en el siglo XV, en un refugio de Japón donde se reunían guerreros samuráis para tomar el clásico té verde, uno de los sirvientes del grupo, llamado Genmai, era el encargado de servirlo. En el momento de verterlo en el cuenco de uno de sus superiores, se cayeron unos granos de arroz de su manga (que guardaba para su consumo diario).
Inmediatamente, furioso, el jefe samurái se levantó, tomó su katana y decapitó a su siervo. Posteriormente, sin inmutarse, se sentó nuevamente en la mesa a tomar su té. Al beberlo, percibió que su sabor había cambiado positivamente, por lo que ordenó servirlo de ese modo al té y llamarlo Genmai-cha en honor a su sirviente.
¿Qué es el Genmai-cha té verde?
El Genmai-cha es un té verde (Ban-cha o Sen-cha) mezclado con arroz integral tostado. Originariamente, fue consumido por la clase social más pobre de Japón, ya que el arroz servía como relleno para reducir su precio.
La palabra Genmai tiene un significado interesante: gen (obscuridad) y mai (arroz crudo), específicamente el arroz que está sin pelar o sin pulir. No se trata del arroz que las abuelas solían tostar, sino de otro que lleva un proceso diferente. Primero se suele hervir y después filtrar para hacer una mezcla, generalmente en partes iguales, de té verde y arroz integral. Así nace el delicioso Genmai-cha, también conocido como “té del arroz moreno»
En Japón, suele tomarse antes de dormir debido a su bajo contenido de teína. Tiene la reputación de ayudar en la digestión, por lo que se sirve a menudo después de las comidas, pero también se puede disfrutar como aperitivo (consomé). Si decides hacerlo, sírvelo tibio (no demasiado caliente), te sorprenderá.
También se le conoce como el «té de las palomitas» porque unos cuantos granos de arroz explotan durante el proceso de tostado y su aspecto se asemeja al de las palomitas de maíz.
Sabor y aroma
La dulzura de este té es muy característica del Ban-Cha y se armoniza con agradables notas melosas de caramelo y frutos secos.
Las esencias tostadas del grano consiguen desarrollarse e infusionarse, otorgando un sabor extremadamente suave, casi a nuez, que se fusiona con las cualidades crujientes del té verde, creando sabores «redondos» en términos de cata, cerrando con un gusto total muy sutil y tostado.
A tener en cuenta
El resultado de su infusión es un color amarillo claro y un sabor suave que combina el frescor del té verde con el aroma del arroz tostado. Es más sensible al calor que la mayoría y el agua muy caliente (superior a 85 °C) o un tiempo de exposición demasiado largo pueden crear un sabor amargo.
El agua para infusionarlo debe estar entre 80–85 °C, y se recomienda un tiempo de infusión de aproximadamente entre 3-5 minutos (dependiendo si lo prefieres suave o algo más fuerte).
Es un té verde bancha poco conocido en España pero no así en Japón.
¡¡Es interesante, sin duda!!
Bss,
Silvia
Muy interesante, no lo conocia!
Un beso