Justo empezada la temporada de “la saca”, la extracción de la corteza del alcornoque para el aprovechamiento del corcho, que suele darse entre mayo y agosto en función del clima del año, descubrimos el origen del corcho en Cassá de la Selva (Girona) para ser espectadores de ese momento tan especial.
Y digo especial por varias razones y hoy, te contaré algunas de ellas.
Para empezar, te diré que España cuenta con el 25% de los alcornoques a nivel mundial y de ellos podemos empezar a “sacar” el corcho a los 25 años, pese a que no es hasta que el árbol ha tenido un par de “sacas” que no se puede aprovechar para producir los tapones para botellas de vino, entonces éste tendrá ya 40 o 50 años y ¡su vida se prolongará hasta casi 200!
¡Imagina la riqueza de ese bosque y de todo su ecosistema! En primer lugar, su explotación no daña al árbol, es una actividad absolutamente sostenible social, ambiental y económicamente y finalmente, lo mejor, no requiere maquinaria específica, sino conocimientos y técnica.
DESCUBRIENDO EL ORIGEN DEL CORCHO EN CAN VILALLONGA
Y aquí te quiero hablar de Eloi. Es el “pelador” que nos contó todos los entresijos de su profesión. Me aventuro a decir que casi se podría jubilar si quisiera, sólo con ver sus manos y piel curtidas de trabajar en el campo.
Nos habló con toda la pasión que os podáis imaginar. Dando valor a todos los agentes que intervienen en la cadena desde el árbol, el propietario, la persona que hace la saca, quien produce y quien lo consume.
Los allí presentes, al verlo en acción, nos hizo comparar sus movimientos al cortejo más elegante nunca visto.
La elección del alcornoque, tocar su corteza, los cortes en lugares precisos y escuchar incluso su crujir, que le marca si lo podrá “desnudar” sin hacerle herida, una herida que como a veces pasa con las del corazón, tardaría varios años en sanar.
CAN VILALLONGA es una finca que data del siglo XVI-XVII que forma parte de la ruta del corcho y que está documentada desde la Edad Media.
DE MARIA TAPS: DESCUBRIMOS EL ORIGEN DEL CORCHO
Para conocer a otro de los agentes, hicimos parada en De Maria Taps, enamorados del corcho y fabricantes de tapones en la misma población. Poseen un negocio familiar en su cuarta generación con unas instalaciones modernas y el control sobre el producto de inicio a fin.
Es un lujo ver en primera persona, cómo trabajan las cortezas en plancha, dan forma a un tapón, los seleccionan y los marcan.
En esa selección, la tecnología ha ayudado muchísimo pero aunque te parezca increíble, en una de sus gamas pasan por un examen olfativo individual hecho por unas señoras (según parece tenemos mejor olfato) para prevenir cualquier posible defecto que pudiera estropear una de esas botellas que queremos guardar unos años o que tienen un simbolismo especial.
Puedes ver su historia y lo que elaboran en la página web De María Taps
¿QUÉ HACEN Y QUÉ PODEMOS HACER NOSOTROS?
Para que el corcho siga vivo toca revalorizar, hacer difusión, pedagogía sobre sus propiedades y sostenibilidad y aquí, la iniciativa CORK llevada a cabo por instituciones del sector: el Institut Català del Suro, que se dedica a investigar y hacer promover su uso; AECORK la Asociación de Empresarios Corcheros de Cataluña y APCOR la Asociación Portuguesa de Corcho. Puedes ampliar curiosidades en la página web de Elijo Corcho
Y nosotros, tenemos que consumir vinos y espumosos con corcho. Ese momento tan romántico de abrir una botella, de desnudar un vino, cuando el tapón es de corcho, se respeta el saber hacer de la bodega y de todos los esfuerzos para su producción.
Y es que el vino y el corcho son dos productos que se complementan desde hace mucho tiempo. Como prueba de ello, existe un ánfora fechada en el siglo I a.C. que fue encontrada en Éfeso (Turquía): el ánfora no sólo estaba sellada con corcho, sino que además contenía vino.
Pues eso, ¡a seguir enamorados del corcho, y del vino!
