En nuestra última escapada a Girona, el restaurante Normal nos brindó una experiencia gastronómica memorable, donde los vinos del Empordà jugaron un papel protagonista desde la primera copa. Siempre que viajamos, nos gusta probar los vinos de la zona: es una forma de conocer el territorio, de conectar con lo que hay detrás de cada paisaje y cada bodega.
La carta de vinos por copas nos lo puso fácil: una cuidada selección de pequeñas bodegas, con propuestas que maridan a la perfección con su cocina. Variedad, elegancia y, sobre todo, una clara intención de poner en valor el producto local.
Los vinos del Empordà Girona que probamos
Montrodó Negre 2023 – Eccocivi Celler (Sant Martí Vell)
Hay vinos que no necesitan levantar la voz para conquistarte, y este Montrodó Negre 2023 es uno de ellos. Nace en pleno corazón de Les Gavarres, en un rincón donde la naturaleza marca el ritmo y la viña se trabaja con mimo y paciencia. Esa forma de entender el campo se nota en cada sorbo: es un vino honesto, directo, con equilibrio y un punto de frescura que te anima a repetir sin pensarlo.

Verd d’Albera 2023 – Martí Fabra, Empordà

Un blanco joven y alegre que te recibe con una frescura deliciosa. En nariz se aprecian aromas de fruta blanca, un sutil toque floral y ese fondo herbal que evoca el Mediterráneo en primavera. Fue el vino perfecto para abrir la velada y acompañar los primeros bocados con ligereza y armonía.
Nivia 2023 – Mas Llunes, Empordà

Un blanco elegante, con más estructura y presencia. Se percibe fruta madura, algo de cremosidad en boca y un final largo y envolvente. Ideal para platos con más grasa o intensidad. Lo tomamos con el cochinillo y fue un acierto absoluto.
Flow 2021 – Sota Els Àngels – Natural, Blanc de Noirs

Un vino que no deja indiferente. Elaborado con variedades tintas vinificadas en blanco, este Blanc de Noirs natural es una joyita que se bebe sola. Fresco, afrutado, con un punto salino que lo hace súper gastronómico. Lo mejor: te invita a seguir bebiendo.
Cartesius 2019 – Empordà

Un tinto con personalidad, de esos que no necesitan alardes para dejar huella. En nariz, fruta negra madura, toques balsámicos y una ligera nota especiada que se abre poco a poco en copa. En boca es redondo, con taninos suaves y buena estructura. Perfecto para platos más intensos o simplemente para saborearlo con calma al final de la cena.
Viajar con la copa en la mano
Cada vino servido refleja el alma del Empordà: un territorio que se expresa en la copa con honestidad y carácter. Gracias a su apuesta por bodegas locales y vinos por copas, la experiencia se convierte en un recorrido sensorial por la región, sin necesidad de levantarte de la mesa.
¿Quieres saber qué platos acompañaron estos vinos? Te lo cuento en la reseña completa del restaurante Normal.