La primavera tiene su propio sabor, y si pudiéramos guardarlo en un tarro, seguramente sabría a mermelada de níspero casera. Esta fruta tan nuestra, que asoma tímidamente en los mercados cuando el frío se retira, tiene ese equilibrio justo entre acidez y dulzor que conquista desde la primera cucharada. No suele ser la protagonista del frutero, pero cuando la cocinas a fuego lento, con mimo, se transforma en un acompañamiento con alma, de esos que huelen a casa y a desayuno sin prisas.
El níspero no solo sorprende por su sabor, también tiene una historia curiosa y una fuerte presencia en nuestros campos. En Europa, el más común es el japonés, que poco a poco fue desplazando a la variedad europea, casi desaparecida hoy en día. Aunque viene de lejos, esta fruta de origen asiático se adaptó a la perfección al clima mediterráneo, y por eso es fácil encontrarla en huertos de Andalucía y Cataluña, donde madura al sol como si siempre hubiera sido de aquí.
Cómo reconocer un buen níspero y por qué deberías comerlo más
El níspero tiene que ser pequeñito, ovalado, de piel fina y de un color entre dorado y anaranjado. Su carne es jugosa, un poco ácida al principio pero al final, con un sabor que recuerda al albaricoque y la pera. Eso sí, tiene huesos grandes y pelarlos lleva su tiempo, pero, créeme merece la pena.
Y no solo está rico: también es un gran aliado para la salud.
- Tiene fibra, que ayuda a regular el tránsito intestinal y a sentirnos más ligeros.
- Es fuente de vitamina A, que cuida la piel y la vista.
- Aporta vitamina C y antioxidantes.
- Contiene minerales como potasio, hierro y calcio.
- Apenas tiene calorías.
- Y además, es rico en pectina natural, lo que ayuda a espesar la mermelada sin necesidad de añadir nada artificial.

Así que, cuando vayas al mercado, fíjate en esto:
- Que estén maduritos pero aún firmes, sin golpes ni manchas feas.
- El color debe ser intenso, entre amarillo y naranja, y que huela rico.
- Que tengan el rabito y si vienen con hojas, mejor que mejor
- Evita los que tengan la piel arrugada o excesivamente blandos, suelen estar pasados.
RECETA DE MERMELADA DE NÍSPERO CASERA PASO A PASO
No es difícil. Solo necesitas un poco de paciencia y una olla grande.
Ingredientes (para 4-5 botes pequeños):
- 1 kilo de nísperos (ya limpios y sin huesos)
- 500 g de azúcar
- 1 limón sin piel (quitar toda la piel sin que queden restos blancos que amargan y las pepitas)
- Opcional: una ramita de canela, jengibre fresco, clavo… lo que más te guste

Preparación sistema tradicional
1. Pela y deshuesa los nísperos. (Utiliza guantes porque la piel queda manchada de negro)
2. Trocea la pulpa, ponla en una olla junto al azúcar y el limón.
3. Déjalo reposar una hora. Así la fruta empieza a soltar su jugo y se integra mejor con el azúcar.
4. Luego, cocina la fruta a fuego medio, sin dejar de remover. En 30-40 minutos, la fruta se ablanda y empieza a espesar.
5. Si no quieres encontrarte trozos de fruta, pásala por la batidora.
6. Pruébala: pon una cucharadita sobre un plato frío, déjala enfriar y pasa el dedo. Si se abre camino y no se junta de nuevo, está lista.
7. Envasa en caliente en botes esterilizados, cierra bien y hiérvelos al baño maría durante unos 15 minutos.
Preparación si tienes Thermomix
- Una vez pelada y deshuesada la fruta, colócala en el vaso junto con el azúcar y el limón bien pelado y sin pepitas.
- Programa 15 segundos a velocidad 6 para triturar la fruta.
- Cocina durante 20 minutos, temperatura varoma, a velocidad 1. Finalizado este tiempo, si quieres la mermelada más espesa, programa unos minutos más.
- Reparte la mermelada botes esterilizados, cerrar muy bien y hervirlos al baño maría durante 15 minutos aproximadamente.
Y ya está. Solo queda dejarla enfriar antes de guardarla en tu despensa.

Variaciones y toques personales:
- Puedes echar una ramita de canela durante la cocción.
- Añade un poco de jengibre fresco rallado.
- Para reducir azúcar, puedes añadir una manzana rallada, que además aporta más pectina.
- Un chorrito de ron oscuro o licor de naranja, justo al final.
¿Dónde puedes utilizar esta mermelada?
La típica tostada del desayuno es solo uno de sus usos. Puedes utilizarla:
– Como relleno de bizcochos, galletas o tartas.
– En una tabla de quesos, sobre todo con quesos fuertes o curados. El contraste es brutal.
– Mezclada con un poco de mostaza o vinagre balsámico para una salsa dulce para carnes. Cerdo, pato, incluso pollo.
– Con yogur griego o queso fresco como postre rápido.
– O como base de una vinagreta afrutada en ensaladas con nueces y rúcula.
Si tienes muchos nísperos en casa o te regalan una buena cantidad, hacer mermelada es una forma de evitar el desperdicio de fruta. Incluso puedes preparar unos tarros bonitos, con su etiqueta, su tela en la tapa… y tener regalos listos para cualquier ocasión. Así que la próxima vez que veas un puñado de nísperos bien maduros… no los dejes pasar. Mételos en tu cesta, saca tu olla favorita, y haz mermelada con ellos.
Es la opción ideal para aprovechar la fruta de temporada, no he probado de nísperos, pero lo colocó en “pendientes”
La receta estupenda y muy bien contada, con todo detalle.
Gracias, Blanca.
¡Hola, Idoia!
Qué ilusión nos hace leerte Gracias por tomarte el tiempo de comentar. Nos encanta saber que te ha gustado la receta y que la dejes en “pendientes”… ¡eso ya es un gran paso! Ojalá cuando la pruebes te guste tanto como a nosotras prepararla.
Un abrazo de parte de Blanca y del equipo de Amigastronomicas